5 CICLOS DE IA

Después de ese primer "fracaso", yo no tenía muchas ganas de comenzar un nuevo ciclo, pero la ginecóloga no me dio opción: hay que seguir intentándolo. Hay que ir estimulando el cuerpo. Verás como todo va a ir bien.
De nuevo los pinchazos. De nuevo las revisiones, las ecografías casi diarias para ver la evolución del huevito. De nuevo el día de la IA, las expectativas, el volver a casa con esa mezcla de miedo-emoción-respeto... De nuevo las pastillas de progesterona, la cuenta atrás.
de nuevo la cuenta atrás. De nuevo se acaba la caja de pastillas. Comienzo una caja nueva: 1 día, 2 días, mañana me hago la prueba. Y de nuevo la migraña y el sangrado. No quiero aceptarlo. Lloro como nunca había llorado. Esto no está funcionando. Las hormonas inyectadas, aunque sean suaves, hacen su efecto "desequilibrante" en mi mente, en mis emociones.
Mi relación con Nico empieza a deteriorarse. Cada vez más nerviosos los dos, no encontramos la manera de compartir el dolor, el miedo, el susto ante la posibilidad de no tener hijos. No encontramos la manera de comunicarnos, de apoyarnos. Así que lo que acabamos haciendo es daño. Siento que no me entiende, que me culpa, que se culpa, que nos obsesionamos los dos. Ocurren muchas cosas en esos 5 ciclos de IA. Demasiadas cosas y demasiado profundas para compartirlas, incluso con nombres falsos. Cosas que hacen que, tras el 5º fracaso de IA, nos separemos.
Yo no sabía nada de cómo era el sistema de las IA. No hay como ser hermana de médico para que te traten diferente, por un lado con cierta ventaja, por otro, como si lo supieras todo.
Cuando la doctora, en la 5ª IA me dijo "esta vez tiene que funcionar, porque no hay más oportunidades", me quedé totalmente desencajada. No me lo esperaba. Algo en mi mente se agarraba a la idea de que eso se podía repetir muchas veces, hasta que funcionara. Pero no. No había más opciones. Recuerdo una sensación de desespero, de desazón. Ya era la última posibilidad.
Y después de la migraña y del sangrado, como siempre dos pastillas después de que se terminara la caja, el mazazo de la ginecóloga "no puedo hacer nada más por vosotros". La única opción sería una Fecundación in Vitro, y yo no puedo hacerosla.
Recuerdo la tristeza. Mi pareja se estaba yendo,  pero no se acababa de ir. Mis opciones se habían terminado definitivamente. Toda mi vida se vino abajo en un momento. Mis sueños, mi realidad....

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